sábado, 22 de diciembre de 2012

El nuevo testamento: V.V.A.A.



 
El día en el que todos los San Josés del mundo se pusieron en huelga las cosas comenzaron a ponerse chungas. Se pusieron en huelga todos, incluidos aquellos que no se llamaban José, pero que hacían de dicho beato en los portales vivientes de los centros comerciales. Ya no podían más, ya no podían soportar más vejaciones. 

Primero la pija esa, mentirosa compulsiva, que decía que se había quedado preñada por el espíritu santo; sí, de un santo varón, ni que fuéramos idiotas, pensaban ellos. Pero eso, al fin y al cabo, les daba igual, pues no había sido más que un rollete buscado por las posibilidades laborales que ofrecía.

Luego, reflexionaban, el bebé nonato que, ya desde el vientre materno, estaba condenado a soportar un San Benito tal que le condenaría a convertirse en un perezoso niño mimado y engreído que jamás encontraría trabajo. Y eso les jodía porque, si de verdad les hubiesen dejado ser sus padres y ejercer como tales, consideraban que podían haber hecho un buen trabajo ayudando a su hijo a ser un hombre humilde, justo y trabajador. Pero es lo que hay, los guionistas son así, siempre quieren darle un par de retorcidos giros al guión para que parezca que la birria que están haciendo es algo novedoso. ¡Por favor, lo del hijo de dios está ya más visto que el diablo! En fin, parece que eso también lo pudieron soportar.

Pero lo que bajo ningún concepto estaban dispuestos a permitir es que les arrebataran lo que más querían. Siempre leales, siempre juntos, no podían imaginarse vivir sin el calor de sus mulas y sus bueyes. Al infierno con los Reyes de Oriente o de donde diablos vengan, al infierno con las estrellas y los meteoritos, con el pesebre, con Nazaret o Belén, al infierno con los pelos de la barba, pero a sus santas mascotas, coño, que ni las toquen, expresaban con indignación. El mal nacido que pretenda arrebatárnoslos, pensaban, es un hijo del mal y un mal nacido.

Y así, dispuestos como estaban a derribar los muros de Jericó o los del mismo infierno, se pusieron en huelga, se organizaron  y, en una manifestación como Dios manda, cargaron montaña arriba al grito de “¡A por San Pedro!”.



sábado, 15 de diciembre de 2012

El soldadito de Plomo: Andersen



Y lo único que quedó fue una lentejuela de cristal y una bolita de plomo. Ahí quedaron abandonadas, aunque unidas, la bolita y la lentejuela: corazones perdidos de una doncellita de papel y un cojo soldadito de plomo. Abandonados, tirados, arrinconados entre las cenizas y el polvo de una ajada chimenea, olvidados. 

Y tanto frío hacía que la lentejuela empezó a temblar. Y tanto frío hacía que la bolita de plomo comenzó a vibrar. Y con tanto temblor y vibración la lentejuela y la bolita comenzaron a apretarse y apretarse y a apretarse aún más. Tanto se apretaron que en una mitosis inversa consiguieron transformarse en un  solo ente, mitadbolita-mitadlentejuela. 

Una fusión tan increíble que tras la reacción, tremendamente exotérmica, una fuerte llamarada explotó, incendiando la toda la chimenea. Y tras la chimenea se prendieron las cortinas. Y tras las cortinas, el suelo, y la cama, y las patas de la mesa. Calor y más calor, y más calor todavía. Rojo fuego.

Y de fondo bramando aterradora la voz de David Bowie “Put them on fire with gassoline”. Todo ardió, toda la casa en llamas, toda la casa consumiéndose a 451 ºF has que se transformó en una deflagradora bola de fuego mayor que la que jamás imaginó Fizban el mago. Tras la explosión, una plomiza lluvia de fino cristal cubrió todo el suelo. 

Finalmente, del sorprendentemente pequeño depósito de ceniza salieron caminando del brazo una preciosa doncellita de papel y un valiente soldadito de plomo cojo.



¿Y el Troll? Pues dónde iba a haber quedado un troll después de tanto fuego… 


 


jueves, 6 de diciembre de 2012

Twelve: Jasper Kent


Hace ya algún tiempo le comenté a un amigo que me acababa de leer un libro sobre cosacos y que había empezado con Drácula. Este amigo, que es muy leído, lo que significa que ha leído muchas cosas buenas y otras tantas… no tan buenas, me dijo que podía recomendarme un libro que trataba justamente sobre Napoleón y los vampiros. Nos reímos del hecho de que a alguien se le hubiese ocurrido la idea de explicar la derrota napoleónica durante el invierno ruso a través de una plaga de vampiros acechantes.

Meses después, por casualidades de la vida, este amigo encontró el libro en la antigua biblioteca de casa de sus padres. No tuvo más remedio que reclutármelo y dármelo para el servicio, eso sí, indicando claramente que podía no leérmelo. Me lo leí.

El argumento es fantástico. Unos espías rusos contratan a unos tipos muy raros para debilitar a la Grande Armée. Resulta que estos tipos no piden dinero ni nada y son brutales, vamos que se meten a saco en un campamento y lo destrozan. Para colmo, dado que son doce, decide el autor nombrarlos con los nombres de los doce apóstoles  Pues claro, al final resultan que eran vampiros. Y ahí queda, una novela sobre vampiros en la época napoleónica, en la que se entremezclan algunas famosas batallas. Pero no, dado que la única gracia que tiene el libro es lo de lo sobrenatural, resulta que al final del libro (ojo spoiler) el malo-maloso no es vampiro!!!

Es todo una metáfora profundísima sobre la naturaleza humana. Pero no queda ahí la cosa, el tipo amenazó con más y ha escrito una quintalogía sobre el personaje anodino Alexandre Alexei, el cual pelea contra vampiros, hombres lobo, Rasputín… creo que no se enfrenta a ningún testigo de jeová.
En fin  que lo mejor del libro no es su redacción, los errores gramaticales no pueden achacársele al traductor porque me lo leí en inglés; no es su trepidante trama, la cual estás a punto de abandonar en diferentes puntos; tampoco la profundidad de sus personajes, que no son planos, sino puntuales, es la crítica de la contraportada: “The progeny of Tolstoy or Pasternak, with a Stokerian twist… bloodily fantastic”.



sábado, 3 de noviembre de 2012

Le Morte Darthur I (Sir Thomas Malory)





Avalon.
Arturo.
Merlín.

Así como otros tantos caballeros, brujas y criaturas de ensueño. 

¿Cómo no va a sentirse alguien fascinado por semejante historia? ¿Quién no ha querido nunca ser el valiente rey o el sabio hechicero? ¿Quién no ha querido enamorarse perdidamente de Ginebra? ¿Quién no ha soñado con librar una última batalla desesperada, aunque necesaria, y prevalecer? En fin, ¿quién no ha querido en su vida ser alguien especial?

El mundo artúrico es fascinante por sus historias, por sus personajes, por su magia… Pero no sólo por eso, también lo es por la esperanza que representa. Cuando Arturo se retira moribundo a la isla perdida de Avalon promete volver en la hora más oscura para salvar a Britania de su perdición. ¡Qué imagen sería ver ahora volver a Arturo en su barco dorado cargando contra los gobiernos y los bancos! En un santiamén cientos de caballeros recompondrían la Tabla Redonda y volvería la paz y la dignidad. Nadie podría negarse ni criticarle, porque su vuelta sería divina. ¿Quién no acepta como mágica la presencia, en las abarrotadas carreteras, de un caballero de hace quince siglos cargando con su poderosa Excalibur y portando sobre su cabeza el Santo Grial?  Si esto ocurriera se constatarían dos hechos: el primero, que estamos en la era más oscura, y no por la gravedad de la situación sino por la pérdida de valores; el segundo es que estaríamos salvados, pues ninguna criatura mítica vuelve a la vida para perder.

¿Cómo sería volver a vivir en un Camelot, aunque no tuviera muros de oro?


Pues, aunque haya que lamentarlo, al menos por el momento, Arturo no ha regresado, no. Parece que sigue convaleciente en su Isla perdida, junto a su dama del Lago, pensando en Ginebra y sus caídos caballeros. Quizás esté sencillamente enterrado en el fondo del Canal de la Mancha o en cinco sitios diferentes siendo Arturo no más que la unión historia de cinco generales Britones. Quizás nunca haya existido, quién sabe. Pero lo que sí sé es que otro Arturo ha venido a este mundo. Un Arturo lleno de fuerza y de magia. Un Arturo noble y sabio. Un Arturo cuyo lema del escudo de armas reza: Dignidad en el corazón. Ese Arturo no cambiará el mundo, no irá a caballo cargando contra banqueros y políticos corruptos. No. Pero espero, que como sus padres, ese Arturo intente hacer que la vida de la gente que tiene a su alrededor sea un poco mejor.



Quién sabe, a lo mejor dentro de quince siglos, un fanático piense en su dictáfono cerebral un cuento sobre el bravo y noble Arturo que nació en el siglo XXI y ayudó al mundo a ser un poco más justo. Quizás también éste jurase volver a este mundo cuando las cosas se torciesen de verdad.

¿Merlín?
¿Avalon?
¿Por qué no Arturo?


viernes, 20 de julio de 2012

My children are seven in number





My children are seven in number, We have to sleep four in a bed; I'm striking with my fellow workers. To get them more clothes and more bread.CHORUS: Shoes, shoes, we're striking for pairs of shoes, Shoes, shoes, we're striking for pairs of shoes.Pellagra is cramping my stomach, My wife is sick with TB; My babies are starving for sweet milk, Oh, there as so much sickness for me.Milk, milk, we're striking for gallons of milk, Milk, milk, we're striking for gallons of milk.I'm needing a shave and a haircut, But barbers I cannot afford; My wife cannot wash without soapsuds, And she had to borrow a board.Soap, soap, we're striking for bars of soap, Soap, soap, we're striking for bars of soap.My house is a shack on the hillside, Its doors are unpainted and bare; I haven't a screen to my windows, And carbide cans do for a chair.Homes, homes, we're striking for better homes, Homes, homes, we're striking for better homes.They shot Barney Graham our leader, His spirit abides with us still; The spirit of strength for justice, No bullets have power to kill.Barney, Barney, we're thinking of you today, Barney, Barney, we're thinking of you today.Oh, miners, go on with the union, Oh, miners, go on with the fight; For we're in the struggle for justice, And we're in the struggle for right.Justice, justice, we're striking for justice for all, Justice, justice, we're striking for justice for all.

Hay momentos en los que sin duda pierdes la fe. La pierdes, y no en Dios, sino en la humanidad, en lo que somos. Ves las cosas que hace la gente, las cosas que hacemos cada día, y te asustas. Yo al menos lo hago, pienso que somos una especie totalmente caduca y desequilibrada. El sistema que hemos montado para gestionar nuestros excesos resulta que acaba siendo aún más excesivo que nuestras propias conductas individuales. La gente por las calles parece haber olvidado la moral, el respeto, valorar a los que te rodean. La crisis es una excusa perfecta, el estrés nos deshumaniza y nos hace violentos, pero no olvidemos nunca que el estrés es nuestro, es de nuestra propiedad y podemos acabar con él.

Pero, pese a este panorama de apocalipsis moral que parece haberse asentado en nuestra sociedad debemos hacer notar todas aquellas luces que iluminan en las tinieblas, las campanillas y cascabeles que nos pueden servir para guiarnos. No todo el mundo es malo, carajo, lo que pasa es que los malos hacen mucho ruido y se dejan ver mucho. Aún hay gente que quiere ayudar, que lucha por los demás, que se desvive por ellos, que ama. Y es a esa gente a quien debemos escuchar y atender. A los otros, los malos, ya no intento ni rescatarlos ni atacarles ni nada, les ignoro. No son mi mundo. Construyamos nuestro mundo desde los buenos cimientos, desde lo que se puede, pero pongámonos a construir ya. Esa construcción será la que deje en evidencia la destrucción que otros generan por alcanzar un poder que nunca deberían tener. Y me refiero a los políticos, pero también a los compañeros de trabajos, a las personas que te rodean, con las que tienes contactos cotidianos, las cuales a veces hacen daño sencillamente porque pueden hacerlo. Bien pues yo amo porque puedo hacerlo, y si todos hacemos eso, lo que generaremos es un mundo un poco más justo y bueno, al menos para nosotros. Pero que carajo, nosotros somos los importantes.

Yo siempre he estado en contra de la frase Bushiana "O estas con nosotros o contra nosotros", pero creo que en este caso tiene un gran valor de verdad. Nosotros queremos amar, si no estás con nosotros, con los que quieren amar, entonces estas contra el amor, y estás contra nosotros, aunque también contra ti y contra todos. Y eso se nota en la cara, en la cara de la gente que hace daño innecesariamente porque el dolor causado no se borra nunca de una mirada o de un gesto, porque se graba en el alma.

Es lo que refleja esta canción de Pete Seeger, unidos conseguiremos un mundo un poco más amable.


domingo, 15 de julio de 2012

El gen egoísta: Richard Dawkins


Al contrario que en el libro de Tomasello en el que se explican los principios de la cooperación humana, Why we cooperate?, Dawkins trabaja el origen biológico del egoísmo. En la introducción a su libro nos advierte de que es un tratado biológico, no filosófico ni moral, pero que si alguien quiere extraerle algún indicador sobre la ética humana, ese indicador debería de ser que si no trabajamos la cooperación y el altruismo mediante la educación nuestro organismo se comportará de forma egoísta. Bajo una sociedad que ha perdido tantos valores, cuyos líderes son unos hipócritas irresponsables cuyo único dios es el dinero y el poder nos encontramos con una educación ineficiente, por no decir inexistente. No educamos para que la gente sea buena y se trate bien, educamos para ser los primeros para conseguir lo mío y pisar al que te puede quitar tu trofeo.

Así es como en esta sociedad te encuentras, cada vez con más frecuencia, con personas como nuestra casera, una persona ingrata y egoísta. Ella se llama Ana María, y pongo su nombre porque a la gente ingrata hay que ponerles nombre y apellidos para que la gente sepa con quién está tratando. Mi pareja está embarazada de 29 semanas, llevamos 5 años en esta casa pagando puntualmente y sin haber dado ningún problema. Hace un par de meses informamos de que íbamos a dejar la casa en julio o agosto, para que tuviese tiempo de encontrar a otra inquilina. Cuando ya teníamos el nuevo piso apalabrado al inquilino de esa vivienda, una persona mayor, le dio un derrame en la aorta y estuvo a punto de morirse. Consecuentemente no pudo hacer la mudanza ni nosotros cambiarnos al piso. Bajo esas circunstancias y explicándole a la casera que el señor iba mejorando y que el piso estaría listo para septiembre le pedimos un mes más, por supuesto pagándolo. A lo cual nos contestó que es que ya tenía una inquilina para agosto. Ante esa respuesta decidimos hablar con la futura inquilina la cual nos dijo que entendía nuestra circunstancia y que no tenía ningún problema en buscarse otro piso. Volvimos pedirle la prórroga a la casera indicándole que la otra persona no se iba a quedar en la calle y que, bueno, nosotros estábamos embarazados de 7 meses y no teníamos donde caernos muertos. Pero eso no importa, ella ya tenía una inquilina pensada y se quitaba el problema de tener que buscar a alguien en septiembre.

Como diría la hija de Fabra “que se jodán”. ¿Qué importa dejar en la calle a una pareja embarazada si yo puedo volver 10 días más tarde de mis vacaciones en septiembre?

La vida es así, mucha gente es así, y lo que sientes es lástima y rabia. Lástima porque la especie humana no ha sabido desarrollarse, a pesar de tener esas maravillosas capacidades metacognitivas que tenemos. Rabia porque no se respeta ya ni lo más básico, a un recién nacido. Sólo espero que esta señora un día se de cuenta de su error y que en lugar de disculparse intente hacerle la vida un poco más fácil a la gente que tenga a su alrededor.


sábado, 16 de junio de 2012

Perpetum mobile

Un paso, dos pasos, tres... llegué. ¿A dónde? No lo sé. Pero es, seguro, un inicio para seguir caminando. Escuchaba el fluir del agua en el pequeño molino. Me encantaba sentir como la vida daba vueltas alrededor mío.

La zapatilla estaba rota. Vamos, que llamar despegada a la suela era sencillamente un eufemismo. Aún así, como era incapaz de imaginarme cómo sería caminar sin ella, me la puse. Creo, que en términos generales fue una buena decisión, aunque tuviese que andar todo ese recorrido haciendo el pino.

Dejé caer la piedra barranco abajo. Esperé un pequeño rato. Y ahí estaba de vuelta, subiendo trabajosamente la pendiente como un obediente Sísifo.

Érase una vez que se era un reloj cuyas manillas andaban en todas las direcciones. Un buen día, cansado de tanta desobediencia, el reloj decidió quedarse de brazos cruzados.

Brevemente recuperé un instante de mis vidas pasadas. Es el pavor de la metempsicosis. Espero no volver a ser nunca otro yoyó.

La célula procariota saltó de la epidermis. Prefería desaparecer a ser cómplice de ese terrorífico perpetum mobile del cuerpo humano.

domingo, 3 de junio de 2012

Dracula: Bram Stoker


 ‘Listen to them – the children of the night. What music they make!

El mito del hombre inmortal, el demonio atemporal con mente de niño que planea expandir su extirpe por el mundo entero, superando la natural barrera de los Cárpatos. Cuantas leyendas, cuentos, historias hay bajo el nombre del Conde Vlad ‘Tepes’ Dracul. El horror británico que se metió en nuestras mentes gracias a la magnífica interpretación de locos como Béla Lugosi o Chistopher Lee. Personaje que ha seducido a los grandes actores de todas las épocas, siendo sin embargo no más que un antagonista que apenas aparece en la novela de Stoker, si bien, siempre está presente. Comienzas a leer el diario de Jonathan Harker, quizá la parte más inspirada de la novela, y sientes como la superstición rumana se infiltra por tus venas hasta la amígdala de tu cerebro. Lees, ávido, las páginas que se desbordan del libro, mientras con la mirada recorres las sombras de tu habitación, temiendo en cada momento descubrir aquello que no osas ni pensar.

Todos conocemos la leyenda de Drácula y hemos visto innumerables películas sobre el tema, algunas de ellas clasificadas con el infame símbolo de los “dos rombos”. Pero, pararte a leer el libro, despacio, como si no conocieras los detalles es, sencillamente, escalofriante. Nada más lejos de la comodidad de nuestro siglo, donde los enemigos residen en los congresos y los bancos, que pensar en la aterradora escena en la que Jonathan está afeitándose en sus aposentos del castillo-Drácula y descubre, por vez primera, que el conde no tiene reflejo en el espejo. Imaginad por un solo instante que un día te levantas al lado de tu pareja y, mientras te abraza en el espejo del baño, descubres que no se refleja. Si consigues meterte en la piel de Jonathan como si fueras un actor Stanislavski puedes sentir todo el poder de la novela y comprender por qué es tan importante.

Otro de los aspectos fascinantes del libro es el poder del tiempo. Esto se hace notar cuando Van Helsing explica a sus amigos que o detienen a Drácula ahora o sencillamente se encerrará en su castillo el tiempo suficiente como para que ellos mueran. De esta forma sus perseguidores y enemigos habrán desaparecido y Mina será su nueva esposa al volver de entre los muertos. Tan sencillo como tener un santuario para poder utilizar el mundo a tu antojo. Decido conquistar una parte de Turquía, bueno, pues ataco una y otra vez hasta que lo consiga. De ahí los relatos en los que Drácula explica como armaba ejército tras ejército para acabar con el infiel turco y tras la batalla sólo él regresaba al castillo. Tengo que colonizar Inglaterra, bueno, tengo toda una eternidad para aprender el idioma, conocer sus costumbres y esperar a que haya barcos los suficientemente rápidos como para poder llevarme sin peligro. Sólo hay un enorme 'pero' a tan grande poder: la soledad. La terrible soledad.

¿Por qué nos fascina la inmortalidad? ¿Por miedo a desaparecer? ¿Por el poder que otorga? ¿Por la pérdida de valores que puede conllevar? En todas las culturas, en todas las religiones, en todas las épocas han existido relatos sobre le inmortalidad: mitos, leyendas, evangelios…
Quizá sea que la vida nos parece demasiado pequeña, y por eso, constantemente oímos una voz en nuestro interior, que como Drácula, nos invita a perseguirla:
Wellcome to my house. Come freely. Go safely; and leave something of the happiness you bring!